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Transporte marítimo y su apuesta socioeconómica en pandemia.

Durante el primer trimestre de 2020, el mundo presenció la irrupción de una pandemia que llevó a los distintos países a tomar medidas drásticas, con la finalidad de evitar un colapso del sistema de salud y una alta mortalidad. Los confinamientos y las restricciones de movilidad implementadas afectaron a todos los sectores económicos en distinta proporción.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Producto Interno Bruto mundial se retrajo un 3,1% durante 2020, al tiempo que el volumen del comercio global disminuyó en 8,2%. Sin embargo, en este contexto, el transporte marítimo mostró su resiliencia, al mantener sus operaciones en un entorno incierto, caracterizado por la adopción de distintos protocolos de seguridad a nivel mundial y local. Más aún se garantizó, en un trabajo conjunto con autoridades y puertos, el transporte de bienes de primera necesidad y artículos médicos vinculados a la atención de la pandemia.

El informe de impacto del covid-19 sobre el comercio marítimo y escalas en los puertos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), señala que, tras el inicio de la pandemia, los flujos de comercio mundial resultaron afectados a una velocidad y escala sin precedentes.

No obstante, se garantizó la continuidad en el funcionamiento de los puertos, de forma que el comercio marítimo no interrumpiera la entrega de alimentos; energía; materias primas; bienes manufacturados; y suministros, incluidos los médicos. Lo anterior se dio, en gran medida, por la rápida capacidad de adaptación de la cadena de suministro marítima.

Adicionalmente, el mencionado informe resalta las diferencias en el grado de afectación de la pandemia sobre los distintos sectores económicos. En efecto, textiles y prendas de vestir; maquinaria para oficina; y automóviles fueron los rubros que registraron las mayores retracciones, mientras que el sector agroalimentario se expandió marginalmente, pese a las restricciones implementadas por la crisis sanitaria.

En lo que respecta al impacto de la pandemia por región, se evidenció una importante variabilidad. Si bien durante el primer trimestre de 2020 los cambios fueron marginales, para el segundo trimestre, una vez que se implementaron las restricciones de movilidad y los confinamientos en los diferentes países, el efecto sobre el transporte marítimo se agudizó.

Cifras de la UNCTAD dan cuenta que en Europa y el Mediterráneo se observó el mayor descenso en las escalas (13,9%) durante las primeras 24 semanas de 2020, en comparación con el mismo período de 2019.

Por su parte, la caída de las escalas de barcos en África subsahariana se situó en 9,7%, al tiempo que en el lejano Oriente y en el Golfo y el subcontinente indio experimentaron contracciones moderadas. Para América Latina y América del Norte, la disminución registrada fue del 11,7%.

En la misma línea, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) menciona que la irrupción de la pandemia causó una marcada reducción del movimiento portuario en gran parte de los puertos de la región.

En Paraguay, el sector dedicado al transporte marítimo también debió hacer frente a problemas vinculados con la operación en el entorno de la pandemia, así como los costos asociados a la incorporación de los protocolos sanitarios necesarios para operar; tratamientos médicos; contratación de personal adicional, entre otros.

En tal sentido, en la presente edición, la Consultora MF Economía e Inversiones expone los principales resultados de la encuesta en línea realizada entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre de 2021, a los miembros del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM).

Material obtenido de ABC Color


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